Originalmente diseñado para usarlo en entornos con temperaturas altas, como laboratorios y cocinas, el vidrio de borosilicato está compuesto principalmente por óxido de boro y silicio. El resultado es un tipo de cristal más fuerte y duradero que es resistente a las temperaturas altas y a los choques térmicos. Esto, obviamente, hace que el vidrio borosilicatado sea ideal no solo en los escenarios ya mencionados, sino también como material para fabricar bongs.